Alberto Lifshitz Guinzberg

Para lograr un avance significativo en la atención de la enfermedad y del paciente es necesario que el avance tecnológico complemente el propósito esencial de la medicina que es el enfermo como persona y ente social. Esta es la razón del surgimiento de  una nueva medicina clínica y así lo plantea el autor de este libro.

Si las máquinas van realizando tareas que eran propias de  los médicos, a éstos les corresponde  poder interpretar el verdadero significado de la información que proporciona la tecnología;  tomar en cuenta las muchas variables de las enfermedades; ofrecer acompañamiento a los enfermos; establecer las normas terapéuticas;  dar en la consulta orientaciones acerca del padecimiento, y proporcionar empatía, solidaridad y comprensión al individuo que padece. Esto no se puede sustituir con ningún tipo de tecnología, robótica o simulación mecánica. Por lo tanto, al médico le corresponde preservar las cualidades humanísticas de la profesión.

Capitulado: I La clínica ancestral: valores, principios, métodos y procedimientos. II. La medicina actual y sus tendencias. III. La nueva clínica.

ir a Palabras y Plumas Editores